Hospitales, establecimientos de asistencia de salud, laboratorios, centros investigación, bancos de sangre, residencias de ancianos e institutos farmacéuticos o de procesos mortuorios son las principales fuentes donde se producen diferentes residuos o subproductos que entrañan riesgos a la salud e impactos en el ambiente.
Los residuos sanitarios son elementos ya sean sólidos o líquidos, incluido su contenedor o cualquier intermedio que se genera durante el diagnóstico, tratamiento, inmunización o investigación de organismos vivos.
Según el Centro de Prensa de la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD - OMS 2018, los países de ingresos elevados generan un promedio de residuos sanitarios de 1/2kg diario por cama hospitalaria; mientras que los países en vías de desarrollo todavía presentan dificultades a la hora de separar sus residuos.
Diferentes gobiernos reconocen que los residuos sanitarios deben manejarse de la forma más adecuada y segura.
De acuerdo con los ESTÁNDARES ESTABLECIDOS POR LA OMS: El primer paso es la clasificación. alrededor del 85% de los residuos sanitarios resultantes pueden compararse con los residuos domésticos denominados residuos no-peligrosos. este tipo de residuos provienen de áreas administrativas, de cocina o limpieza o elementos generados durante el mantenimiento o construcción de la infraestructura médica.
PERO EL 15% RESTANTE SE CONSIDERA PELIGROSO.
Entre este tipo de residuos se encuentran elementos contaminados por fluidos corporales o sangre, objetos punzocortantes como agujas o vidrios rotos; fármacos expirados, solventes o elementos dañados como ser termómetros rotos o medidores de presión.
A través de estudio conjunto con UNICEF de 2015 se verificó que el mal manejo de este 15% de residuos sanitarios ocasiona un llamado efecto dominó: se expone desde trabajadores de salud, manipuladores de desechos y a la comunidad a ser vulnerables a infecciones, lesiones o efectos tóxicos; además de la posibilidad de propagar patógenos que pueden ser resistentes y por supuesto los impactos ambientales por contacto directo o foco de propagación como por ejemplo la contaminación de agua a causa de una evacuación inadecuada.
ante este escenario, el segundo paso es la recolección- almacenamiento y transporte seguro de los residuos sanitarios; contemplando el equipamiento y ropa de protección personal además del diseño de sistemas para minimizar el contacto y la restricción en el acceso del personal únicamente autorizado. esta fase incluye algunas tareas de limpieza y desinfección para reducir el riesgo de contagio o contaminación en el manejo.
Y el tercer paso es la disposición final que aglomera técnicas de encapsulamiento definitivo o incineración; ambos métodos poseen ventajas y desventajas, entre principal punto desfavorable es la generación de gases tóxicos.
Por los recientes acontecimientos de EMERGENCIA SANITARIA DE LA GESTIÓN 2020, un alto funcionario del MINISTERIO DE ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE DE CHINA mencionó en conferencia de prensa que desde el 20 DE ENERO HASTA EL 7 DE MARZO SE GENERARON ALREDEDOR DE 136 000 TONELADAS DE RESIDUOS SANITARIOS y casi 3200 toneladas fueron tratadas de manera segura.
Ante esta alarma, en las PLATAFORMAS oficiales se puede acceder a las guías y manuales detallados sobre gestión de residuos sanitarios, médicos y hospitalarios de varios países de acuerdo a sus protocolos y reglamentación. sin embargo, el reto actual a nivel global abarca 2 objetivos primordiales: la sensibilización y la minimización.
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REFERENCIAS